Los expertos informáticos de Google Maps están en jaque ante el misterio de Argleton, una ciudad virtual que pese a situarse en un punto exacto en el eje de coordenadas, no existe. Es una ciudad fantasma con listas de personas, lugares y trabajos que se ha colado en el mapamundi más actualizado y consultado de la red.

Se encuentra en medio de unos campos que bordean la autopista M58, al sur de Ormskirk, en la región británica de Lancashire. Tiene relacionados un directorio de personas, trabajos, servicios y lugares ubicados en la ciudad. Relacionadas en Google Maps existen webs que ayudan a sus vecinos y turistas a encontrar su quiropráctico más cercano y otras que proponen rutas de senderismo a través de ella. Sin embargo, Argleton no existe.

Tanto Google como la compañía que suministra a la empresa sus datos de mapeo son incapaces de explicar la presencia de la ciudad fantasma. No saben cuándo apareció ni quién es el responsable de su existencia. Sí han comprobado que los lugares, personas y servicios vinculados a Argleton son reales, pero pertenecen a otro lugar del mapa, y trabajan con la idea de que la ciudad se ha creado deliberadamente como una especie de sabotaje a sus propios técnicos. Otros creen que la propia compañía lanzó la trampa para perjudicar a las empresas que violan los derechos de autor del mapa. Google, por el momento, promete eliminar todo rastro de Argleton y la admite como uno de los "errores ocasionales" que aparecen en el mapa.

Su descubrimiento, según publica el diario Telegraph, se debe a Roy Bayfield, director de marketing corporativo de lo que sería la universidad más cercana a Argleton, Edge Hill. Según cuenta, un amigo suyo descubrió la ciudad en la red y él, por curiosidad, se desplazó al lugar exacto donde debería estar situada para comprobar si era real o no. Encontró hectáreas de bosque verde, y un fallo que ahora desata distintas teorías sobre la existencia de Argleton en la red. IM