Y es que nadie me lo puede negar pero que lindo es el ambiente navideño, independientemente del tráfico, de los asaltos, de la explotación comercial que se hace para esta temporada y que viene a tergiversar el verdadero sentido de la navidad.

Y es que no se puede evitar escuchar el clásico de George Michael y su Wham: "Last Christmas, I gave you my heart But the very next day, You gave it away" o aquel que dice: "Llega navidad y yo sin ti", de los Bukis. Otra forma de saber que es navidad en Guatemala (o era la forma); el recordado desfile navideño de Paiz y sus proveedores que gracias a los "gringos" de Wall Mart y sus técnicas administrativas insaboras igual que ellos eliminaron esta bonita actividad muy chapina.

Sin embargo tampoco no podemos dejar atrás aquel Jingle viejito que dice: Una mesa bien servida... verdad. El Jingle navideño de B&B. Noviembre de 1964. Eran las vacaciones de segundo prevocacional de Anabella Portilla cuando sus padres le permitieron trabajar en Radio Emperador de recepcionista. “No lo vi como trabajo porque estar en la radio era lo que quería ¡hasta me capeaba del colegio!”, recuerda.

Y más que contestar el teléfono, la adolescente de 14 años confirmó su vocación, cuando le permitieron hacer algunas voces para comerciales. De todos, sobrevive uno que cumple 40 años esta temporada y que le abrió las puertas para toda una vida en la radio: el jingle de Productos B & B. Es aquél que empieza con cascabeles y una voz masculina, la de Arístides Paz “el guapachoso” que grita ¡B & B..!

“Cuando pautamos el spot ya nos esperan en las emisoras porque dicen que ya es un ícono de la Navidad”, comenta Roberto Castillo, representante legal de Productos B & B.

“Una mesa bien servida...”

“Nada de esto hubiese sido posible sin reconocer el genio de Mario Hernández, el Conejo (quien ya murió), el creador de ese jingle”,

Por aquellos años, Radio Emperador era la sensación con sus seis jóvenes locutores. El Conejo Hernández, era parte de ese equipo. “Me llamaba para que le hiciera la voz de una cucaracha de algún anuncio de la Bayer, o para la marca café Competidor y así…”, recuerda Portilla.

Un día, al creativo se le ocurrió componer una melodía con la época de fiestas en mente. Lo tituló “Las campanitas de Navidad”, la grabó en discos de 78 revoluciones y se vendió muy bien. La siguiente semana, la empresa B & B solicitó un jingle navideño.

A Hernández se le ocurrió que para semejante pedido, era conveniente contar con una voz masculina y una femenina. Arístides Paz era un cantante de la época, y Portilla, su descubrimiento. Adaptó algunos acordes a su melodía navideña y en tres horas ya estaba el jingle.

Carlos Rivas, una de la seis voces de Radio Emperador, también estaba en cabina de grabación porque en principio llevaría la voz de un locutor. “... pero quedó tan bien, tan bien que nos preguntamos ¿para qué iba a hablar yo?, y así se quedó”, recuerda Rivas.

Por aquel trabajo Portilla recibió en pago Q20, pero con el tiempo ganó más que eso. “El de B & B fue mi tercer jingle, pero fue el que me abrió las puertas para grabar muchos, muchos más”, se regocija. Hoy, ella tiene 54 años y cada vez que lo escucha en estos días, se vuelve a sentir como de 14.