BaGastar, BaAsaltar y Malechor Seguramente no son los 3 reyes magos que estamos acostumbrados a escuchar, pero son los que en estas fiestas lamentablemente invaden nuestra sociedad. 

El ensordecedor sonido del tráfico, las compras, las promociones y locales comerciales haciendo su “agosto” en pleno diciembre nos quitan la tranquilidad y ese momento de reflexión que necesitamos, como gasolina para el espíritu en estas fechas no lo logramos. Y el nombre de estos atípicos reyes magos es una vana mofa de lo que, por mera costumbre, hacemos sin meditar las consecuencias. 

No falta quien se gasta hasta el último centavo que tiene y embarga su tranquilidad el primer trimestre del año que viene. Ya en alguna oportunidad le compartí algunos consejos para NO endeudarse en navidad. Medite, respire profundo y trate de quitarle el papel de regalo al verdadero sentido de la navidad. 

No se desviva por el estreno, si el que cumple años no es USTED, es nuestro amado niño Dios, que vino al mundo para morir por usted y por mi… entonces ¿ cual es el afán de estrenar mañana ? 

Y no falta aquellos que aprovechan el descontrol, las amontonasones y su espíritu distraído para tocarle el vidrio y robarle su celular o “bajarle” su billetera en pleno centro comercial. ¿ Quien dijo que BaAsaltar, el segundo rey mago no se presenta antes del 6 de enero.? 

Sea cauto, regálese una buena dosis de tranquilidad y serenidad en estas fechas. 

No se desviva por ir a comprar hoy y mañana, el 26 todo es más barato. Se lo digo por experiencia. 

Y hay de aquellos Malechores que con ciega locura los colores de la navidad pretenda manchar, atiborrándose de “guaro” y dejando el amargo recuerdo de una celebración nutrida de llanto, golpes y sufrimiento. La historia de Don Carlos Paz, nacido en la Paz Bolivia, que se caso con Margarita Paz, al casarse ella fue Margarita Paz Paz, y ese 24 de diciembre, noche de Paz, llego Don Carlos Paz, con sus traguitos y le dio a Margarita Paz Paz una buena dosis de paz, paz, paz en el ojito, dejándole marcado para siempre a la pobre señora Paz. ¿Que Paz puede haber en esto? 

No se deje llevar por la mera emoción, respire profundo y conviértase usted en el brillo de la navidad, compartiendo sonrisas, momentos agradables, llenos de calidad y no cantidad. Ame a los suyos y enséñele a los más pequeños el verdadero espíritu de la navidad. 

Dios los bendiga, Feliz Navidad.