No sólo la televisión nos entretenía a los patojos que nacimos hace más de 30 años, los juegos en grupo, las chamuscas eran otra forma de divertirnos sanamente tomando en consideración que antes, por las calles de los viejos barrios de los pueblitos escondidos tras las montañas la delincuencia brillaba por su ausencia y los automotores pasaban allá, muy de vez en cuando.

Pero existía otra forma muy amena de matar el tiempo y ésta consistía en adquirir historietas, comics o, como les decíamos nosotros, los chistes, que en su mayoría provenían de nuestros hermanos mexicanos. Por esa época cada ejemplar costaba entre dos y tres centavos lo que hacía muy difícil adquirirlos a menos, claro está, que un alma benevolente se apiadara de nosotros y nos obsequiara algunos o, en su defecto, nos diera esos centavitos que tanto costaba conseguir.

No está demás decir que esos ejemplares pasaban de mano en mano hasta terminar ajados y maltrechos, sin embargo pocas cosas cumplían su misión con tanta abnegación como los famosos chistes.

Fue así como pudimos seguir las aventuras de Kalimán, Memín Penguín, Batman o Superman: las cuales leíamos todos los viernes al no más salir de la escuela a las cuatro de la tarde.


Cada semana cada uno de nosotros se encargaba de alquilar la historieta y el pagar ese centavo nos nada el privilegio de ser los primeros en leerla.

Con el tiempo esta afición ha ido desapareciendo y estoy seguro que los niños en la actualidad ni siquiera han ojeado un ejemplar en su vida, pues el internet y los juegos electrónicos han desplazado violentamente a los chistes. A pesar de eso, existen muchos nostálgicos que aún las coleccionan y pagan muy bien por ellos.

En esos tiempos la Editorial Novaro y Editorial La Prensase disputaban la supremacía del comic en habla hispana y DC Comics competía contra Marvel Comis en las ediciones en inglés y cada una de ellas tenía sus muy particulares personajes.

Eso a nosotros no nos importaba, todavía no entendíamos muy bien las cuestiones económicas y lo único que nos interesaba era poder disfrutar semana a semana las increíbles aventuras de nuestros héroes favoritos.



- Las aventuras de Capulina y Capulinita

- Condorito, historieta chilena. Vive en la ciudad ficticia de Pelotillehue. Como olvidar a su perro Washington

- Las aventuras de Archi y sus amigos. Archie Gómez, Carlos Marín y Torombolo

- Lorenzo y Pepita. Goytio Parachoques y Cuquita.

- Memin Pinguin

- Hermelinda Linda

- Caliman

- Chanoc