Las podríamos calificar como las primeras videoconsolas portátiles. La pantalla era de LCD, con figuras monocromáticas, y con un juego único en cada una de ellas. Muchas marcas se lanzaron a su comercialización, pero sin duda, las más codiciadas fueron (y siguen siendo) las Game & Watch, de Nintendo. La primera que tuve me la trajo Santa Claus la navidad de 1992, claro después de mucho suplicar, porque en aquel entonces era un juguete caro. 

Tenía un solo juego, y claro, se trataba del juego ruso Tetris. Las maquinitas, era el pasatiempo perfecto para aquellos que no tenían la posibilidad económica de comprar un gameboy o un gameyear, pero tampoco tenían la astucia y rebeldía de escaparse de casa e ir algún centro de maquinitas, un arcade.

Los había de todos los colores, tamaños y juegos. Desde tetris hasta carrera de motos y carros.

Ya a finales de los 90 el mercado chino se apoderó y empezaron a venir maquinitas súper económicas con juegos singulares que nos permitían pasar las tardes de holgura y con sana diversión.